"Nuestros" Monarcas

Salvo contadas excepciones, nunca, jamás desde la invasión y conquista romana, "nuestros" Monarcas han sido nuestros

Parece una afirmación arriesgada pero es totalmente ajustada a la realidad.

Podemos verlo y constatarlo consultando su genealogía en la historia pero antes quizás deberíamos aclarar lo que es una Monarquía qué, citando la Wikipedia vemos que es:

El término «monarquía» proviene del griego μονος mónos ‘uno’, y αρχειν arkhein: ‘mandar, guiar, gobernar’, interpretable como «gobierno de uno solo». A ese único gobernante se le denomina monarca o rey (del latín rex) aunque las denominaciones utilizadas para este cargo y su tratamiento protocolario varían según la tradición local, la religión o la estructura jurídica o territorial del gobierno.

El Estado regido por un monarca también recibe el nombre de monarquía o reino.

Pero lo que la inmensa mayoría desconoce es lo que fue la verdadera realidad:

El primer precedente europeo de esta institución, bajo el término concreto de «reino» (regnum), se dio tras la llegada de los suevos a la provincia romana de la Gallaecia (noroeste de Hispania) en el año 409, cuando acuerdan un foedus con Roma en el 410, por el que se establecen en la provincia y se otorga a su caudillo Hermerico (409-438) el título de rey (rex), aceptando como superior la autoridad del emperador de Roma. Así, en la Gallaecia, como primer reino (regnum) de Europa con tal denominación, se consolida el primer paso hacia la estructuración del poder político en el espacio europeo medieval en reinos bajo la autoridad moral, cada vez más meramente teórica, de un emperador.

También en la Wikipedia encontramos información adicional al respecto porque en otro artículo (cómo hemos dejado reflejado en el artículo "España" de esta misma sección) se afirma que otro foedus se concedió a los visigodos en el 416:

...en el 416 los visigodos penetran como aliados de Roma, a través de un foedus.

¿Porqué el Imperio Romano "regala" primero una parte de Hispania, una de sus más ricas provincias, a los suevos y después el resto a los visigodos?.

La más que probable respuesta nos la da qué:

...el 24 de agosto del 410 Alarico y sus visigodos irrumpieron por la Porta Salaria en el nordeste de la ciudad.

Roma, durante tanto tiempo victoriosa contra sus enemigos, estaba ahora a merced de sus conquistadores extranjeros.

Y siendo esto así lo único que tiene sentido es que ese foedus (que puso Hispania, una de las provincias romanas más ricas y extensas si no la más rica, en manos de los mismos visigodos que apenas unos años antes habían tomado y saqueado Roma) fue parte del rescate pagado para que abandonasen Roma.

Así púes, atendiendo a esto, no sólo nuestros primeros monarcas fueron los primeros de toda Europa si no qué, cómo se aprecia, no eran de los nuestros porque, recurriendo de nuevo a la Wikipedia, vemos sobre los Suevos:

Los suevos eran un gran grupo de los pueblos germánicos mencionado por primera vez por Julio César en el marco de la campaña de Ariovisto en la Galia, c. 58 a.C. Mientras que César los trataba como a una tribu germánica, aunque la mayor y más belicosa, autores posteriores como Tácito, Plinio el Viejo y Estrabón especificaron que los suevos "no son, como los catos o téncteros, constituyentes de una sola nación".

En cuanto a los visigodos, también en la Wikipedia leemos:

Los visigodos fueron una rama de los pueblos godos, que a su vez pertenecen a los pueblos germánicos orientales. Surgieron de grupos góticos anteriores (posiblemente de los tervingios).

En cualquier caso, ni unos ni otros eran en modo alguno nosotros y ambos foedus evidencian que Roma primero cedió la Gallaecia, parte de Hispania, a los suevos para alejarlos de su territorio y apaciguarlos y, después, viéndose tomada por los visigodos les resultó muy sencillo ofrecerles a ellos como parte de su rescate el resto de una Hispania que no les importaba perder ya que no la consideraban parte de Roma si no una "propiedad" más y que, de inmediato, fue invadida por vándalos y alanos y el resto de pueblos bárbaros que avanzaron precediendo a los visigodos.

Los foedus sirvieron a un triple propósito:

Por una parte les permitieron a los romanos "salvar la cara" dando una imagen de seguir manteniendo nuestras tierras como parte de su Imperio, por otra fue una forma de garantizar primero a los suevos y después a los visigodos los "derechos" sobre nosotros y nuestras tierras que les pagaban como rescate y, finalmente, sirvió a los visigodos para esgrimir una "legitimidad" frente a cualquier hispanoromano que pudiera objetar lo más mínimo a esa ocupación.

Lo que también explica porqué los visigodos "respetaron" a los suevos en "su" territorio de la Galaecia mientras guerrearon contra el resto de pueblos bárbaros hasta expulsarlos de la península.

A partir de ahí, absolutamente todos "nuestros" monarcas han sido, bien como los de la Dinastía Jimena, inicialmente guerreros hispanoromanos extrañamente supervivientes a las invasiones bárbaras, bien cómo Don Pelayo, visigodo (o quizás también hispanoromano), bien de Casas Reales de origen borgoñón o francés hasta llegar a los actuales.


 

Pero es qué, además, desde la invasión romana estamos viviendo en una legitimidad y un sistema legal y de valores que en realidad no es el nuestro.


 

Pero... ¿Y antes?

Aunque se procuró que lo olvidásemos y se consiguió hasta tal punto que hoy en día nosotros mismos descreemos de ese pasado y colaboramos en que permanezca ignorado, no podemos perder de vista que nosotros en el momento de instalarse esa "legitimidad" éramos un pueblo muy avanzado, de hecho el más avanzado de Europa y posiblemente del planeta, en extremo civilizado, rico, culto y libre qué, tras sufrir una serie de desafortunadas vicisitudes, fue salvaje y cruelmente conquistado, masacrado, sometido y esclavizado por los romanos.


 

Por mucho que se intente qué asimilemos y aceptemos esa invasión, por mucho que se alaben las ventajas de que se nos "romanizase" y se nos pretenda hacer creer que estuviésemos "integrados en el Imperio" nosotros no éramos romanos.


 

La mejor prueba de ello la acabamos de ver:

Roma nos utilizó como moneda de cambio para rescatarse a si misma de los visigodos.


 

Pero hay muchas más pruebas, empezando por los más de doscientos años, dos siglos, que según las propias fuentes romanas les llevó conquistarnos y siguiendo por las evidencias arqueológicas que muestran en la práctica totalidad de poblados prerromanos sustratos de carbones y cenizas reveladores de una agresión ilimitada con fines de exterminio.


 

Ni Numancia ni Sagunto fueron la excepción:

Eran la norma.


 

Inmensas obras civiles como la explotación aurífera de Las Médulas delatan el uso de una ingente masa de trabajo esclava, algo también confirmado por textos de los propios romanos, infinidad de textos donde no es que se denuncien esos hechos si no qué son tratados con la más cruel y absoluta normalidad.

Textos en los que llegamos incluso a descubrir al Senado romano reprobando la extremada crueldad con la qué un cónsul como Catón nos trata, no para protegernos si no porque al matar a "demasiados" de nosotros les desprovee de valiosos esclavos.

Que de Roma al igual que de otros pueblos invasores acabásemos extrayendo algunas cosas buenas, como nuestro actual idioma, no hace de los romanos ni de ninguno de todos esos pueblos algo bueno para nosotros, ya qué lo poco que permiten vislumbrar los escasos restos de nuestra civilización y cultura que dejaron o que se tomaron la molestia de registrar, muchas veces con incredulidad o peyorativamente, hablan a las claras de algo muy grande que aún a día de hoy se procura mantener en el anonimato para "proteger" ese Statu Quo que sirve de coartada a una legitimidad antinatural e impuesta.


 

Nuestros monarcas conocidos

El único monarca histórico que podemos asegurar con relativa certeza que fue auténticamente nuestro fue el tarteso Argantonio (c. 670 a. C. - 550 a. C.) aunque hay constancia de otros reyes mitológicos previos a Argantonio.

En cuanto a la mitología podemos considerarla bien pura fantasía, bien un recuerdo histórico adobado de personajes y hechos fantásticos.

La historia reciente nos obliga a considerar seriamente esa segunda opción y Troya es un buen exponente de ello, así pues veamos que nos cuenta la mitología sobre nuestros reyes teniendo en cuenta que no se trata de nuestra propia mitología si no de la de pueblos que no eran nosotros y que incluso fueron enemigos nuestros y en ella, como es lógico, no salimos especialmente bien parados:


 

Gerión: Se nos dice que fue el primer rey mitológico de Tartesos... cuando en ninguna parte del mito se habla de una civilización tartésica qué por aquel entonces aún no existía. Toda esa tierra en los más antiguos mapas aparece señalada como Span- ia, el Reino del Océano. Según los mitos era un gigante tricéfalo, o al menos con tres cuerpos de cintura para arriba (es más probable que fuera una triarquía, un gobierno tripersonal), que pastoreaba sus grandes manadas de bueyes (en realidad la traducción más apropiada es toros) en Erytheia (y aquí encontramos otra vez más la inefable costumbre griega de cambiar los nombres de personajes y lugares a otros "adaptados" a su Teogonía ya qué según Plinio el Viejo era conocida por sus moradores como Ínsula Iunonis mientras que en diversas fuentes la encontramos como Erytheia, Erythea, Erytheis, Erethis o Erythia), la "isla roja" situada en la puesta de sol que posiblemente era como los griegos denominaban la tierra que para los egipcios era Spania, el Reino de los Océanos, muchísimo antes de que Solón la renombrase como Atlántida, aunque otras versiones lo sitúan en Gadira o Gadeira a las orillas del Guadalquivir.

Otro mito nos cuenta que una de las doce pruebas de Heracles (Hércules) fue el robo de los bueyes (toros) rojos de Gerión. También dice la leyenda que Gerión era un gigante que fue vencido por Heracles y sobre el que construyó la Torre de Hércules, en La Coruña.

Esto aporta unos datos notables por demás ya qué inadvertidamente nos revela tanto una extensión territorial del Reino de Gerión muy superior a una isla o la mera zona del Guadalquivir, delata una cierta animosidad en la relación greco spana confirmada en la mitología de los reyes cecropidas, con los que según esta estuvimos en guerra, así como también señala la gran relevancia e importancia de esos toros rojos:

Nadie, y menos un Rey, encomienda robar nada al Rey de un pueblo amigo y a Heracles los trabajos no le son encargados para que los cumpla si no con la intención de que fracase en ellos, lo que revela tanto cómo nos consideraba ese rey como el valor y el nivel de protección que debían tener esos toros rojos, es posible que por su significado religioso.

Cuenta la leyenda que Hércules/Heracles llegó en barca a las costas que rodean la Torre, en el extremo noroeste de la península spana, y que fue precisamente allí el lugar donde se enfrentó a Gerión para, después de vencerle en "combate" (en realidad no hubo tal combate ya qué le disparó la flecha estando escondido) con una flecha envenenada con la sangre de la Hidra, cortar su cabeza (Asombrosamente ya no es un monstruo de tres cuerpos y tres cabezas) y enterrarla en los cimientos de la actual Torre.


 

Norax: Nieto de Gerión e hijo de Erithea (una de las Hespérides, las Ninfas del Atardecer), de su unión con Hermes nació Nórax, que "conquistó" el sureste de Cerdeña, donde fundó la ciudad de Nora.

Aunque deberíamos dudar de la citada "conquista" porque no se ajusta a ningún otra actuación referida del pueblo Spano, si se acepta esto bien sea como conquista bien como extensión colonizadora, el pueblo sardo podría tener, al menos en parte, origen spano.


 

Gárgoris: Se nos presenta como el primer rey de la segunda dinastía mitológica tartésica, civilización y mitología que no existen en la época y como rey de los cunetes.

Los Cunetes o Conios fueron un pueblo que habitaba la actual región de El Algarve en Portugal, región que por entonces abarcaba desde el valle del Guadalquivir hasta Cabo de Sagres.

De ellos solo se conocen unas citas de autores clásicos (Heródoto, Avieno, Polibio) que indican su origen no celta y con posterioridad serían incluidos entre los turdetanos.

En cuanto a Gárgoris se afirma que durante su reinado se inventó la apicultura y el comercio lo que revela el nivel de avance de ese pueblo Spano y su extrema antigüedad y, además, resulta coherente con las pinturas rupestres de "La Recogida de la Miel" en La Cueva de la Araña en Bicorp que denotan el antiquísimo (unos 8.000 años) aprovechamiento de la miel en la península.

Los turdetanos fueron un pueblo spano que habitaba en la Turdetania, región que abarcaba el valle del Guadalquivir, desde el actual Algarve en Portugal hasta Sierra Morena, coincidiendo en parte con los territorios de la posterior civilización de Tartesos.

De ellos se nos dice que tenían leyes en verso que contaban con seis mil años de antigüedad ya en la época, unos ocho mil años desde la actualidad, lo que hace de ellas el más antiguo sistema legal del que se tenga referencia en ninguna sociedad humana ya que el siguiente código legal más antiguo del que se tiene noticia es el conocido como Código de Urukagina (o Uruinimgina) que fue un gobernante (énsi) de la ciudad-estado de Lagash, en Asiria, y gobernó entre 2.380 y 2.360 a. C. por lo que el citado código legal turdetano en verso sería unos cinco o seis mil años anterior.


 

Habidis: Hijo bastardo de Gárgoris, no reconocido, escapó de la muerte ordenada por su padre viviendo entre las bestias. Fue amamantado por una cierva hasta hacerse un hombre y ser después fue reconocido por su padre.

De él se nos cuenta que descubrió la agricultura, atando dos bueyes a un arado, lo que de nuevo sitúa en el pueblo Spano un avance fundamental para la humanidad y también que formuló las primeras leyes (que no se puede descartar que fueran las citadas turdetanas), dividió la sociedad en siete clases y prohibió el trabajo a los nobles.

Las fuentes nos cuentan qué bajo su reinado se estableció un sistema social en el que unos pocos vivían a costa del trabajo y la miseria de una mayoría pobre.

Es curioso qué esto sea señalado por autores cuyas sociedades se asentaban por completo sobre el trabajo de esclavos lo que invita a pensar qué esa "mayoría pobre" es estimada cómo tal porque se trataba de hombres libres lo qué, pese a la posible "pobreza" (que podía serlo únicamente en términos comparativos bajo los estándares de los ricos esclavistas romanos y griegos que escribían sobre ello), resulta bastante mejor que ser esclavo.

Cuentan que dividió el reino en siete ciudades.


 

Y llegamos a Argantonio (Hombre de plata o de la plata) que es el único rey del que se tienen referencias históricas (670 a. C.- 550 a. C. aprox.) y fue el último rey tartésico.

Debido a su longevidad, hay historiadores que piensan que podría tratarse no de un rey si no de una dinastía ya que se le atribuyen tesoros con unos 300 años de diferencia.

Vivió 120 años según Heródoto, razón por la que algunos historiadores piensan que pueda referirse a varios reyes conocidos por el mismo nombre.

También Heródoto en otro texto afirma que su reinado duró 80 años, desde el 630 a. C. al 580 a. C.; otras fuentes llegan a adjudicarle hasta 150 años (Plinio el Viejo).

Incluso algunos aventuran a darle la inaudita edad de 3 siglos. Esto último confirma la idea de que es más probable qué se tratase de una dinastía.

De aceptar ese abanico de fechas como ciertas, nosotros ponemos en consideración lo que estimamos cómo más lógico y probable:

Qué Argantonio no fuese un nombre si no un título, una dignidad, quizá originada en un primer nombre al igual que con posterioridad veríamos en los romanos tras Julio Cesar con el título de "Cesar" o que vemos en los egipcios con el título de "Faraón" (Su significado literal en egipcio es "Casa Grande", lo qué se puede interpretar cómo "quien es la cabeza de la casa grande") y en tal caso debiéramos referirnos a él cómo "el Argantonio" (su significado pues sería "el que tiene el control de la plata" o de su producción) al igual que nos referimos a "el Cesar", "el Faraón" o "el Emperador".

El nombre de Argantonio (Hombre de plata), parece revelar un origen indoeuropeo (tampoco podemos descartar qué ese no fuese su nombre real y que los griegos lo renombrasen para ajustarlo a su propio sistema de referencia como hicieron en muchos otros casos, lo que haría que ese origen indoeuropeo fuera irreal) y aparece en las fuentes griegas ligado a la riqueza metalúrgica de su reino (bronce y plata), con la cual prestó ayuda a los focenses para financiar la fortificación de Focea contra la amenaza persa.

De él (o ellos) se nos dice que propició el comercio con los griegos durante 40 años, y que estos crearon varias colonias costeras durante su reinado.

Se le cita en fuentes griegas por su relación militar y comercial con Focea (colonia de los griegos en Asia Menor).

Sin embargo, no logró con ello que se establecieran en su reino colonias focenses, con las que aspiraba quizá a sacudirse la forzada tutela comercial establecida por los invasores fenicios de Gadir (Cádiz), o quizá dar salida al comercio de los metales, interrumpido por la presión asiria sobre las ciudades de Fenicia.

Tras la batalla naval de Alalia (535 a. C.), en la que etruscos y cartagineses se aliaron contra los griegos, Cartago se convierte en dueña indiscutible del Mediterráneo Occidental.

Cortada la ruta hacia Iberia, los focenses cesan el comercio con Tartesos, que queda lentamente relegada al olvido.

Su reinado supuso el apogeo de la cultura tartésica.


 

Reflexión sobre el fin de Tartesos

Sabemos lo que se acepta que ocurrió con Tartesos pero aunque sea asombroso nadie se hace ni la más mínima reflexión sobre ello:

Qué como los foceos no llegaron a establecer colonias en nuestras costas Tartesos se fue apagando hasta acabar por desaparecer.

Hablamos de Tartesos, la Tarsis que la Biblia refiere que tenía las mayores naves comerciales de la época, que fabricaba preciadas joyas y artículos de metal deseados hasta por los Faraones, que tenía una metalurgia más avanzada que el resto y que estaba asentada en unas tierras sobre cuya feracidad y riqueza no es preciso que nos hable nadie, así qué que menos que hacerse algunas pequeñas reflexiones:

¿Como es posible que la civilización con las mayores naves comerciales no dispusiera de un ejército y una flota militar de entidad si no equivalente si al menos suficiente como para proteger su comercio?.

¿Que tipo de sociedad no belicosa fue esa y que religión tenía?.

Y, si no fue así...

¿En qué batallas y combates navales fueron derrotados o derrotaron a otros?

¿Cuál fue la actuación real de Griegos y Fenicios primero y Cartagineses después para bloquear y extinguir ese comercio tan potente y bien establecido como para ser citado incluso en la Biblia eliminando sin batallas ni combates navales las fuerzas que lo debían proteger?...

¿Porqué en lo que se nos cuenta los fenicios aparecen presentados poco menos qué como "gentes amables" que se establecen en nuestras costas sin la menor violencia para comerciar los primeros mientras los segundos, los cartagineses, además, se asientan con fuerza en nuestro territorio dominando la conocida Ruta de la Plata y acabando por atacar a Roma desde el... mientras que en la tradición popular de las poblaciones de nuestra costa calificar a alguien de "fenicio" es insultarle gravemente?.

La imagen que se da y que tiene asimilada la gente en general es que aquí en ese momento tan sólo había unas cuantas tribus de salvajes y poco más pero acabamos de ver la ingente cantidad de avances significativos que la mitología griega y las fuentes clásicas nos atribuyen.

Por otro lado también hay pruebas arqueológicas como los restos, rápidamente soterrados y ocultados, de la ciudad hallada en Jaén en el yacimiento de Marroquíes Bajos: Se han llegado a contabilizar hasta cuatro anillos seguros y otros dos probables, con una extensión de 30 ha seguras y 120 ha probables en el caso extremo. De esta forma, el diámetro oscilaría entre los 650 m seguros hasta los 1.900 m probables.


Una ciudad triplemente amurallada con fosos inundados intercalados entre los muros capaz para un mínimo de unos CUARENTA MIL HABITANTES, lo que la hace una de las mayores ciudades del mundo de la época, y con una antigüedad datada en al menos cinco mil años.

El mundo no vería ciudades similares hasta mucho después, por ejemplo en el siglo V a.C. (Hace unos 2.500 años, a mitad de camino entre la fecha de la ciudad hallada en Marroquíes Bajos y la actualidad) la griega Corinto, la mayor de las ciudades griegas, en su época de mayor esplendor tenía una población libre de entre 46.000 y 51.000 habitantes y una población total, incluyendo esclavos, de entre 66.000 y 73.000, es decir, 25 siglos después, ni aún contando cómo habitantes a su población esclava, del orden de un tercio del total, alcanzaba a doblarla en tamaño.

Por otro lado y ante los restos hallados en Marroquíes bajos nadie hace la reflexión más lógica:

Una ciudad de esas dimensiones y con esas defensas no tiene el menor sentido en un mundo "ibérico" como el que nos es descrito, de pequeños poblados subidos a cerros.

Su mera presencia y la entidad de sus defensas, extremadamente costosas de levantar y mantener, delata y evidencia que en su entorno debieron existir otras varias ciudades de similar entidad cuando no, lo que es mucho más probable por lo que estamos alcanzando a conocer, que la situación de "paz comercial" que nos es descrita con griegos y fenicios primero y cartagineses después queda muy lejos de la realidad.


 

El imposible interegno

Y, a partir de ahí, "dejamos de tener reyes" hasta el foedus acordado por Roma que le otorga al visigodo Ataúlfo (410-415) el dominio del sur de la Galia qué este y sus sucesores extenderán a la Hispania romana.

Resulta increíble pero nadie, ningún historiador, se ocupa de qué entre el 550 a.C. y el 415 d.C., UN PERIODO DE NOVECIENTOS SESENTA Y CUATRO AÑOS, en la península no hubiera organización ni rey alguno.

Nadie investiga, nadie teoriza, nadie razona la IMPOSIBILIDAD de la "imagen" aceptada de una miríada de "tribus" desorganizadas, cada una en su territorio y enfrentadas unas a otras sin qué se organizasen en manera alguna ni ninguna de ellas se impusiera al menos a una parte de ellas, nadie se coronase rey ni quede traza ni recuerdo alguno de luchas, combates o destrucción de poblados.

Estadisticamente eso es hasta tal punto imposible que podemos escoger al más completo azar cualquier zona del planeta de extensión similar a Hispania en cualquier momento histórico previo a la Edad Moderna y, a partir de ahí, ver que sucede en los siguientes mil años para presenciar como INDEFECTIBLEMENTE se proclaman reyes, se forman reinos y algunos crecen y extienden su poder imponiéndose sobre otros por la fuerza de las armas mientras que otros se desarrollan y evolucionan engrandeciendo sus culturas.

Así pues es evidente qué existe una laguna de información histórica qué, salvo por la muy honrosa dedicación de unos pocos investigadores y estudiosos cuyos medios se limitan, no hay ningún interés en rellenar ese vacío histórico y que se conozcan los auténticos orígenes de nuestra civilización.

También es de reseñar que hasta la arribada primero de los cartagineses y con posterioridad y en especial la de los romanos no se halla resto arqueológico alguno de poblados destruidos, incendiados y arrasados:

Toda la destrucción es posterior a su aparición en la Península Spana.

Por otra parte se razona qué en un territorio de las dimensiones de la península debieron hablarse más de una treintena de lenguas, quizás hasta medio centenar, porqué no existía un "estado centralizado" y eso es lo que ocurría en la península italiana antes del advenimiento de Roma, su República y su posterior Imperio, lo que se reafirma por darse también en América antes del Descubrimiento.

Y, sin embargo, tan sólo se encuentran pruebas de cuatro idiomas, uno, el tartésico, bien diferenciado y de los otros tres dos tan similares al más extendido íbero qué bien pudieran ser variantes o localismos de este.

La conclusión "aceptada" es púes que "faltan" decenas de lenguas por descubrir, sin importar qué los textos en íbero se hayan hallado casi de forma homogénea por todo el territorio peninsular.

¿No es igual, incluso más lógico, suponer la existencia de un ESTADO ORGANIZADO, aún tratándose de un modelo distinto al "estado centralizado" PRECONIZADO E IMPUESTO por los invasores primero fenicios, cartagineses y después romanos?.

Nadie, ningún historiador, ninguna fuente, referencia reyes spanos pese a existir tanto evidencias físicas monumentales cómo por ejemplo las conocidas Damas de Elche y de Baza, estatuas de personas jóvenes de evidente dignidad real o religiosa por su ornato y atavío o la magnificiencia de su arte que se aprecia en esculturas cómo la recientemente descubierta leona atacando a una cabra, arte, esculturas que en muchas, demasiadas veces cómo para que sea algo accidental, aparecen descontextualizadas, lejos de cualquier yacimiento de un poblado o templo... o citar algunas fuentes que pueblos cómo el turdetano tenían leyes en verso qué, por aquel entonces, ya contaban con más de SEIS MIL AÑOS de antigüedad.

No es coherente ni lógico tal desarrollo artístico y capacidad monumental en una cultura de pequeños "poblados subidos a cerros", antes al contrario denota la existencia de una sociedad rica y culturalmente avanzada con una gran estructura social que, necesariamente, debió tener reyes u otras figuras dirigentes capaces de organizarla y administrarla.

No hubo pues tal interegno si no más bien una destrucción completa e integral de nuestra sociedad e historia iniciada por los cartagineses y culminada por los romanos con la evidente finalidad de eliminar cualquier posible sentimiento de rebelión spana.

No es arriesgado suponer que todo ese arte, todas esas estatuas que aparecen descontextualizadas, enterradas y ocultadas lejos de cualquier poblado o templo, fueron en su día arrancadas de su lugar y arrastradas y enterradas lejos, posiblemente por los vencidos esclavizados, y sus ciudades y templos asolados, desmontados, desintegrados y borrados de la faz de la tierra para que los supervivientes que hubieran podido escapar a su regreso no encontrasen nada, hasta el extremo de llegar a dudar de que sus ciudades y templos hubieran existido alguna vez.

La aculturación y posterior latinización impuesta por Roma alcanza a nuestros días pero, aún así y todo, nuestra cultura spana pervivió y pervive hasta el día de hoy en nuestro exacerbado sentido del Honor y la Grandeza.

Y no sólo en eso si no también en nuestro carácter levantisco e indómito, en un profundo sentido de la justicia aún hoy en dia contrario a normas y leyes que percibimos cómo ajenas, injustas y antinaturales, opuestas a nosotros y nuestro carácter y más íntimo sentimiento.

Godos y Visigodos, los primeros monarcas extranjeros

Con ellos y en ellos comienza y se basa toda la "legalidad" y el "derecho" de la totalidad de monarcas hasta nuestros días.

Esa es la razón de su evidente e injustificada mistificación cuando, en realidad, si merecen algo de nuestro pueblo es el más completo oprobio y la más firme de las condenas.

En primer lugar fue un pueblo invasor ajeno por completo a nosotros que nos tomó de otro pueblo invasor, el romano, no para liberarnos y hermanarse con nosotros si no cómo botín de guerra para ejercer ellos esa opresión y explotarnos.

En segundo lugar fue un pueblo tremendamente racista donde estaba prohibido el emparejamiento entre ellos y nosotros y eramos mantenidos en un régimen para nada distinto del sudafricano apartheid de infausto recuerdo y, si acaso, peor aún.

En tercer lugar un pueblo tremendamente opresor que hizo honor al dicho de qué no hay peor amo qué quien fue esclavo, manteniéndonos apartados del servicio de armas y la formación militar en previsión de qué con nosotros pudiera ocurrirles a ellos lo que a los romanos les ocurrió con ellos.

En cuarto lugar un pueblo con una nobleza de poderosos profundamente ignorantes, totalmente imprevisores y rematadamente avariciosos que prefirieron adoptar población musulmana desplazándonos a nosotros porqué esos musulmanes no habían perdido el conocimiento de los sistemas de regadío qué ellos y otros bárbaros destruyeron aquí, masacrando además a quienes sabían mantenerlos, repararlos y usarlos, con lo que lograban conseguir mayor producción de las tierras.

Y en quinto lugar un pueblo tan incompetente y estúpido, tan imbuido en su segregacionismo y luchas fratricidas que no supo ver ni prever qué esos mercenarios musulmanes a los que pagaban para poder seguir manteniendo a nuestra población alejada de las armas y de la formación militar, una vez conocidas sus fuerzas, fortificaciones, defensas y tácticas se volverían contra ellos y les arrebatarían el poder en cuanto la población musulmana en la península hubiera alcanzado la masa crítica suficiente.

El míto visigodo como justificación

Todo el periodo histórico visigodo se ha mitificado porque la legitimidad de todos los monarcas posteriores se basa en la legitimidad visigoda.

Nadie cuenta lo que acabamos de contar aquí:

Que no eran nosotros si no un pueblo extraño, invasor y opresor cuyo segregacionismo y pésima gestión provocó la invasión musulmana tras arrojar al pueblo fuera de sus tierras, condenándolos a pasar hambre, para que las ocupasen musulmanes que incrementaban su beneficio porque conocían lo que ellos mismos y otros pueblos bárbaros habían destrozado y hecho que fuera olvidado durante su invasión.

Que fueron a la debacle porque preventivamente mantuvieron a los spanos alejados del servicio de las armas con la finalidad de asegurar su cruel dominio sobre nosotros, sirviéndose de fuerzas mercenarias musulmanas para sus luchas internas y dinásticas que luego se volverían contra ellos mismos.

Que, además, crearon y fomentaron divisiones previamente inexistentes entre nosotros para asegurar la independencia de los miserables reinos en que nos fragmentaban porque nos repartían entre sus hijos en sus herencias porque para ellos eramos de su propiedad.

Todos "nuestros" reyes y reinas posteriores basaron y basan su legitimidad en su ascendencia visigoda directa o indirectamente, en los que fueron unos invasores crueles, estúpidos, racistas, segregacionistas y tremendamente perniciosos para nosotros y que nos consideraban de su propiedad.

Desde la invasión y conquista romana jamás hemos tenido un monarca legítimo a menos que aceptemos que la legitimidad se basa en la fuerza y la conquista por el peso de las armas y, si aceptamos eso, esa "legitimidad" es susceptible de volver a imponerse en cualquier momento.

Eso no niega el hecho de que determinados monarcas o durante momentos o actos concretos de algunos reinados estos pudieran haber resultados beneficiosos para nuestro pueblo o una parte del mismo, pero haber hecho algunas cosas bien o al menos no tan mal ni tan perjudiciales como las que hicieron el resto del tiempo el resto de ellos tampoco les da ni un ápice de legitimidad.


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