Qué queremos

 

¿Qué quiere usted?

Parece una pregunta de la que todos conocemos la respuesta pero, en realidad, muy pocas personas se la han planteado.

Y menos aún han alcanzado una respuesta meditada.

Hacérsela es necesario.

Si vamos a unirnos todos debemos querer unirnos de la misma forma, con un mismo nivel de unión y queriendo las mismas cosas.

No vamos a ningún lado ni a conseguir nada queriendo cosas diferentes cada uno.

Ese es el problema básico.

 

Los odios

Tenemos odios.

Y miedos.

Nos los han inculcado durante décadas, siglos, primero para rompernos y después para mantenernos separados.

Odios y miedos dirigidos a crear desconfianza entre nosotros para impedir nuestra unión.

Analice lo que piensa y siente.

Cada objeción, cada prevención que encuentre en contra de nuestra unión, aunque le resulte difícil de creer, le fue implantada o provocada con una única finalidad:

Beneficiar a algún o algunos poderosos o países, cuando no a varios de ellos, a los que nuestra unión perjudicaría.

Pero no sólo a poderosos y países, también a ideas políticas y a los políticos mismos.

Ni la derecha (el tradicionalismo, el cristianismo y el catolicismo) ni la izquierda (la zurda, LA SINIESTRA: el socialismo y sus variantes, a saber, el comunismo, el nazismo y el fascismo) nos quieren unidos salvo que sea en sus propios términos y bajo su propio control.

Quizá lo dude, pero la realidad es que usted mismo puede comprobar que es cierto con sólo analizar que sucede cuando sacamos de la ecuación esos odios y miedos, los ignoramos y observamos los resultados que produce esa unión.

Si lo hace verá qué, "asombrosamente", siempre y en todos los casos los perjudicados por esa unión nunca jamás son los pueblos que se unen si no tan sólo algunos poderosos, tanto "propios" como ajenos, y empresas de otros países cuando no los países mismos.

A la vista de tales resultados, la cuestión de si se puede probar que esos odios y miedos son inducidos comienza a ser inane, superflua por completo ya que, cuando los resultados siempre van en la misma dirección, se evidencia que están manipulados.

Imagine un Gran Casino con multitud de mesas de juego y diferentes juegos con complejidades y normas bien distintas en el que todo aquél que entra con mil monedas, haga lo que haga, juegue a lo que juegue y esté el tiempo que esté, cuando sale siempre lo hace con bastante menos de mil monedas o hasta debiendo muchas monedas que no llevó o que incluso no tiene.

Es muy raro que nadie gane, de hecho es tan raro que cuando alguien gana, o más bien se le permite ganar, se festeja para que todos los demás lo vean y así crean que ellos también podrían ganar.

Quizás usted no sepa lo suficiente o no sea capaz de entender cómo es posible pero el hecho de que sea una realidad demuestra que, o allí se hacen trampas, o que todos esos juegos y normas están manipulados de tal forma que quien gana siempre es el Gran Casino.

Con los odios y los miedos que nos separan sucede lo mismo.

Da igual su origen, no importa cómo funcionan, siempre y en todos los casos hacen que acabemos con bastantes menos monedas en nuestro bolsillo o debiendo muchas monedas que no tenemos, monedas que acaban en los bolsillos de poderosos y otros países.

 

El Poder

¿Quien piensa usted qué debe tener el Poder?

Desde luego no un partido político.

Ningún partido político por qué cómo su nombre ya lo indica nos parten cómo sociedad ya que cada uno representa unas ideas y una forma de hacer las cosas que no es la de las otras partes, la de los otros partidos.

Darle prioridad a una ideología sobre todas los demás, por muy estupenda que nos parezca, es suicida porque provoca división.

Haga una reflexión:

Piense por un momento que es "su" partido el qué va a imponer "sus" ideas, lo que usted esta convencido de que es lo mejor, el que tiene el poder.

Pensará que eso será estupendo y que todo nos irá a todos de maravilla y usted estará satisfecho y feliz pero...

¿Qué sucede si el poder lo tiene un partido que impone unas ideas opuestas por completo a las suyas?.

Sus partidarios, los que piensen igual que ese partido, creerán que eso es estupendo,  pensarán que con ellos todo nos irá a todos de maravilla y estarán satisfechos y felices...

¿Puede ver el problema?

Cuando el poder lo tiene un partido, aún si va cambiando que partido tiene el poder, es IMPOSIBLE que las cosas vayan bien.

De hecho que vaya cambiando el partido que tiene el poder es incluso más perjudicial aún porque cuando se produce el cambio se invierte gran cantidad de recursos, energía y tiempo en revertir muchas cosas hechas por el partido anterior.

Una dictadura tampoco es ninguna solución ya que al estar el poder siempre en las mismas manos, siempre habrá quien resulte perjudicado o piense que le está perjudicando y, lo que es aún peor, al no haber ningún control sobre ella, la dictadura puede ser arbitraria e injusta beneficiando siempre tan solo a unos y perjudicando a otros.

 

La división del Poder

El Poder debe de estar dividido y fragmentado, y no poco si no el máximo posible.

Y esa división y fragmentación se debe hacer de forma tal qué quien ejecute no disponga, y qué quien disponga no juzgue, que quien juzgue no supervise, y que quien supervise no mande, al menos no más allá de poder ordenar que el pueblo, que todos y cada uno de nosotros, podamos volver a decidir, a escoger.

Si no entiende eso repase lo que cree y lo que piensa porque esta usted en un tremendo error que sólo le va a llevar a darle el poder a aquellos que, en cuanto usted opine o piense algo diferente a lo que ellos digan o realmente quieran, le van a callar, a encarcelar. a "re-educar" y, en el peor de los casos, hasta a eliminar.

Que de hecho le tienen manipulado y engañado ya haciéndole pensar qué en su sistema existe la división de poderes.

Eso es falso.

Para empezar, se limita el número de poderes a tan sólo tres, el que ejecuta, el que legisla y el que juzga, Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Esto no tiene porque ser así, pueden haber muchos más poderes, no es complicado imaginar algunos más, por ejemplo el Poder Productivo.

Quizás piense que eso no es un Poder del Estado pero esa producción es la que crea la riqueza y si se detiene nada más puede funcionar así que, en realidad, si algo tiene la capacidad de detener a todo lo demás es un Poder.

En conclusión, los Poderes del Estado no tienen porqué ser tan sólo tres pero el "problema" es que, a más Poderes existan y a más independientes sean porque más PARTES DIFERENTES del Pueblo escojan a cada Poder, más difícil es que una persona, un grupo, una organización o un partido pueda controlar a todos ellos o al menos los suficientes cómo para que los demás no importen.

En un Estado "democrático" con una división de tan sólo tres Poderes quien resulta elegido o quienes pactan para ser una mayoría controlan el Ejecutivo y el Legislativo así que ¿qué más da que nominalmente sean Poderes diferentes?.

En cuanto al Poder Judicial, por muy independiente que sea, esta formado por personas que en mayor o menor medida van a reflejar la opinión política de la sociedad que elige al partido o coalición de partidos que gobierna.

Si somos tan inocentes cómo para creer que absolutamente todos son un dechado de ética quizás podamos vivir en la ilusión de qué en esas circunstancias exista alguna división del poder pero la realidad es qué esa división es ilusoria porque ya desde un primer momento hay al menos dos poderes en las mismas manos al igual que una parte del tercero.

 

En conclusión, a más Poderes existan en el Estado y a más diferentes sean las partes del pueblo cualificadas para escogerlos, más asegurada queda la independencia de los suficientes de ellos cómo para garantizar la auténtica democracia y la Libertad de todos.

 

La Libertad

Si queremos ser libres de verdad hemos de ser todos iguales.

Sin verdadera igualdad no existe la libertad porque una parte de nosotros se ve obligado a trabajar por y para esa otra parte que "no es igual".

Quizá a usted le parezca bien porque piensa que va a estar en la parte "diferente" que resultará beneficiada por el trabajo extra de los demás pero...

¿Le parecerá bien si resulta estar en esa otra "parte diferente" que tendrá que trabajar mucho más?

Imagino que no, así que podemos llegar a la conclusión de qué para ser libres hemos de ser todos iguales.

Pero, ¿que significa ser todos iguales?.

 

La igualdad

Ser iguales a los demás no es tener todos lo mismo.

Eso es una dulce falacia con la que la izquierda, la siniestra, engaña a los pueblos y los lleva a la pobreza.

Quizás no lo crea, pero es sencillo de explicar y de comprender:

Para producir cualquier cosa se precisa dedicar tiempo de trabajo y energía.

Si todos trabajamos por ejemplo ocho horas diarias, el tiempo total de trabajo que puede dedicar una sociedad dada está limitado a eso:

Al número de personas que trabajan en un país multiplicado por el número de horas que dedican al trabajo.

Y, en consecuencia, la producción de bienes tiene un limite.

Parte de esos bienes son imprescindibles para vivir:

Agua, comida, energía, vivienda, medicinas, equipos médicos, medios de transporte y de producción, etc...

Una vez atendido todo eso supongamos que a cada uno de nosotros nos quedan tres, de esas ocho horas que dedicamos a trabajar y producir los bienes que son o consideramos "imprescindibles", "libres" para dedicarlas a cosas que no son vitales, básicas.

Imaginemos qué algunos deseamos tener un barco de recreo mientras que otros desean tener una moto de nieve.

Para ser realmente iguales todos hemos de tener ambas cosas, pero esas tres horas "extras", excedentes de las necesarias para producir las cosas que hemos estimado imprescindibles, tan sólo nos van a permitir producir para todos una de ellas.

Si unos llegan tenerla y otros no ya no somos iguales, pero es que si unos la tienen antes que otros tampoco lo somos.

Y eso sin contar a quienes no quieran ni el barco ni la moto de nieve si no un mejor televisor, o un equipo de música, o un teléfono más inteligente, o más ropa o de más calidad, etc...

 

Así pues la igualdad no reside en tener todos lo mismo si no en tener todos los mismos derechos, obligaciones y posibilidades.

 

 

La "dictadura del proletariado"

La tan "famosa" y atractiva "redistribución de la riqueza" nos priva de igualdad y, en consecuencia, de libertad por tres razones:

 

La primera es qué la riqueza se acumula en determinadas manos porque ellos o sus ascendientes han tenido más suerte, han trabajado más o lo han hecho de forma más inteligente.

 

Se puede alegar y se alega que hay quien acumuló esa riqueza injustamente y es muy fácil el, a partir de esa idea, hacer tabla rasa y decidir despojar a todos los ricos tratándolos por igual pero la realidad es que todos conocemos casos de gente que se esforzó más o que tomó una decisión afortunada y así ganó más, lo que nos demuestra que eso, aunque en casos concretos pueda ser cierto, en términos generales es falso.

En consecuencia lo justo no es despojar a quien ya tiene si no el asegurar el que, una vez unidos, desde el primer momento todos tengamos las mismas posibilidades de alcanzar el nivel de riqueza y bienestar que deseemos tener y que ya nadie se vaya a poder aprovechar nunca más de nadie, ni enriquecerse desmesuradamente a su costa, porque nuestras Leyes y Normas, nuestra Justicia, no se lo permitirá.

 

La segunda es qué si la riqueza se redistribuye, es decir, se le quita a quien se ha esforzado en adquirirla para repartirla entre los demás, entre "los pobres" que no han sido capaces de generarla ni para ellos ni para nadie, se disuade a quién desea tener más de trabajar o invertir en generarla.

 

Eso no parece grave pero la realidad es que, aparte de que es imposible acumular riqueza sin generar, poca o mucha, alguna riqueza para los demás, si la motivación para generar riqueza se elimina, no sólo se empobrece a todos si no que el progreso se detiene y el estado del bienestar, que se alimenta de esa generación de riqueza, colapsa.

 

Y la tercera, aunque no es obvia, es la que más empobrece e incapacita a los pueblos que caen en esa falacia:

Generar riqueza es una cuestión de "escala".

 

Se pueden poner muchos ejemplos para explicarlo pero el más claro es imaginar que el terrateniente del pueblo tiene un campo de manzanos con tantos manzanos como habitantes tiene el pueblo.

Da empleo a algunos vecinos para cuidarlo y recoger las manzanas y, como la cosecha es abundante, vende manzanas y además fabrica sidra y mermelada o compota de manzana, lo que también da empleos a más vecinos del pueblo.

La riqueza que él acumula y la que reparte entre sus empleados en forma de salarios, sean estos más o menos justos, se distribuye además entre el pueblo y genera más empleos y gente que acumula riqueza, ya que se utiliza para adquirir bienes y servicios entre los negocios y personas de ese pueblo.

Si se "redistribuye" la riqueza despojando al rico de sus manzanos y se le da un manzano a cada vecino del pueblo, de pronto no hay salarios por cuidarlos ni recoger las manzanas, no todos los saben o pueden cuidar, se pierde parte de la cosecha e incluso puede que algunos manzanos y, en consecuencia, no hay bastantes manzanas para hacer sidra ni mermelada o compota de manzana...

...y el pueblo entero, al dispersar la riqueza entre ellos, en lugar de en más rico se torna en más pobre porque la producción de manzanas se reduce, la de sidra y la de mermelada o compota de manzanas disminuyen o incluso desaparecen, los salarios, por bajos que fueran, dejan de percibirse, los impuestos que pagaba el rico dejan de ser recaudados, por lo que hay que subir los impuestos a los demás, hay que subsidiar a aquellos que antes tenía empleados el rico y, por lo tanto, hay menos dinero disponible para pagar los servicios e infraestructuras que el pueblo precisa, etc.

...y eso sin detenernos a pensar quién va a redistribuir esa riqueza y cómo va a hacerlo, a quién le va a asignar los manzanos más grandes o más productivos o más cercanos al pueblo y a quienes los más alejados, los más pequeños o los menos productivos y multitud de detalles más.

Usted puede encontrar muchos más ejemplos con facilidad, hay muchas cosas que suenan muy bien si no nos detenemos a pensar en ellas pero la realidad es que si fueran ciertas cúalquiera con un manzano podría ser muy rico.

 

La verdadera igualdad que garantiza nuestra libertad es la capacidad de decidir a que queremos dedicar nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, y la posibilidad de hacerlo para generar la riqueza que nos permite llegar a tener lo que deseemos y vivir como decidamos.

 

La Monarquía Hereditaria

Si usted piensa qué debe haber un Monarca Hereditario qué nos gobierne usted esta aceptando que no seamos todos iguales ni tengamos las mismas libertades y oportunidades porqué esta decidiendo que ese monarca y sus descendientes tengan algo que ni usted ni sus descendientes van a poder tener.

 

Las Monarquías Hereditarias son un anacronismo propio de una época en la que los monarcas hurtaron a los pueblos su libertad y su capacidad de decidir, en muchas, demasiadas, ocasiones por el peso de las armas.

Ningún monarca hereditario tiene mayor derecho a gobernar que el qué él mismo o sus ascendientes se arrogaron y si usted piensa lo contrario quizás debería analizar objetivamente en que circunstancias se originó ese "derecho" que a usted le han hecho pensar que tiene.

 

Acabará por descubrir que la base y el origen de ese "derecho" no es más lícito que el de cualquier otro que adquiera el poder por la fuerza o mediante la manipulación y el engaño y lo use para someter y explotar al resto de sus congéneres.

 

La República

Si usted desea vivir en una República debería tener en cuenta que, pese a las apariencias, en ninguna república actual o pasada y por supuesto en ninguna república futura, ha sido posible ni será posible una sociedad justa y libre de corrupción.

 

Quién desea alcanzar el poder en una república, aún admitiéndole la mejor de las intenciones y una absoluta virtud angelical, precisa ser apoyado para llegar a una posición en que pueda ser elegido.

Una vez haya alcanzado el poder sólo puede compensar esos apoyos concediendo prebendas injustas a quienes le apoyaron y, si es tan magnífico y ético como para no hacerlo, será usted muy inocente si no reconoce que esos apoyos de inmediato buscarán y promoverán a otro mejor dispuesto a recompensarles.

 

En consecuencia la república es el trampolín perfecto para la corrupción, la más profunda injusticia y la más abyecta manipulación.

 

En cualquier república, el poder se alcanza y se mantiene tan sólo MINTIENDO Y MANIPULANDO para conseguirlo y luego PREVARICANDO para recompensar a quienes apoyaron al partido o al electo y continuan apoyándolo para mantenerlo.

En la república no existe la igualdad ni la justicia ya que la única forma al alcance de quien llega al poder para recompensar a quienes le han apoyado para alcanzarlo es tomar decisiones injustas que les beneficien.

Y esas decisiones no sólo perjudican a algunas empresas y sus empleados:

Nos perjudican a todos por qué se le da a ganar a aquellos que no lo van a hacer mejor ni más barato si no peor y más caro y se les paga con nuestro dinero, con los impuestos que pagamos todos, y todo lo que se paga de más o lo que se hace mal evita que se hagan más y mejores cosas.

 

Y eso no pasa tan sólo en algunas repúblicas, aunque en algunas sea más evidente que otras, sino que sucede y sucederá en todas por qué el sistema republicano lo facilita y propicia.

 

¿Qué queremos nosotros?

Queremos un cambio radical en la forma de regirnos y gobernarnos porque, en realidad, ninguna de las formas de gobierno que sufrimos es nuestra:

Todas provienen de "ideólogos" y de ideologías por completo ajenas a nosotros y cuya principal y primaria intención es desunirnos y destruírnos.

 

Queremos tener un Monarca electo, escogido por nosotros entre los mejores de nuestros hijos sea cual sea su origen, hijos que desde niños hayamos formado nosotros para regirnos, un Monarca al que nosotros podamos quitar y escoger a otro si no desempeña sus obligaciones cómo nosotros deseamos y establecemos que lo haga.

Queremos un Estado con una firme y diversificada División de Poderes para que NADIE, sea una persona, una religión, una ideología, un partido político o un poder que no sea EL DE TODOS NOSOTROS, el del Pueblo Spano, pueda dominarnos.

Queremos tener una sociedad justa, libre y rica, donde todos nosotros paguemos con nuestros impuestos nuestra protección, nuestra salud, nuestra educación y la de nuestros hijos e hijas, los medios para comunicarnos y la capacidad de viajar porque son cosas necesarias y fundamentales.

Queremos un Estado Democrático y de Derecho donde todos seamos Libres e Iguales, donde cada uno tengamos voz y voto y nuestro voto sea igual que el de cualquier otro de nosotros y todos sin excepción estemos sometidos por igual a las Leyes que nos demos.

Queremos un Estado que administre bien nuestro dinero, el que aportamos a través de nuestros impuestos, donde el fraude y la corrupción no queden impunes, donde tanto corruptores como corruptos como aquellos que les apoyaron para llegar a las posiciones donde han podido corromperse y defraudar sin exigir medidas de control en las estructuras de sus partidos, paguen al menos el triple de lo corrompido o defraudado y donde los políticos no puedan mentirnos sin ser condenados por ello.

Queremos un Estado donde los emprendedores puedan iniciar con facilidad empresas y negocios, donde se genere riqueza y empleo, donde se investigue y avance sin abandonar a nuestros agricultores, ganaderos, pescadores, mineros y madereros, nuestra industria básica, ni descuidar nuestras empresas e industrias secundarias y terciarias.

Queremos un tejido empresarial que ofrezca condiciones de trabajo y salarios más que justos y genere empleados satisfechos y orgullosos de sus trabajos y empleadores.

Queremos una sociedad segura para todos nosotros y en especial para nuestros niños y niñas, para nuestras mujeres y para nuestros mayores donde los delincuentes no encuentren ningún atractivo ni facilidad para delinquir y deban realmente rehabilitarse para redimir sus penas.

Queremos muchas y más cosas buenas y justas pero, sobre todo, establecer una sociedad donde cualquier ser humano del planeta desee integrarse y participar.

Y por último pero no en ultimo lugar, queremos una sociedad que preserve, recupere y proteja la Naturaleza y cuide el futuro del Planeta sin por ello dejar de aprovechar sus recursos de una forma racional y sostenible donde los usos y costumbres tradicionales, que son los que en realidad han protegido y mantenido viva toda esa riqueza y diversidad durante siglos y milenios, se garanticen y preserven.

 

¿Usted no quiere eso?


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